Celebramos nuestro Reglamento de Régimen Interno
“Recién salido del horno” tenemos nuestro Reglamento de Régimen Interno (RRI). Un documento paraguas de nuestra cooperativa, en el que hemos tratado de recoger nuestros acuerdos derivados de este recorrido que llevamos en el hacer cooperativa.
A fuego lento venimos cocinándonos y también a ese ritmo pausado venimos haciendo este ejercicio de plasmar en papel nuestra manera de funcionar; el cómo. A mediados de 2020 empezamos a ponerle conciencia a este texto, que recoge los acuerdos tomados hasta diciembre de 2023. Ponernos una fecha fin para lo que hemos llamado nuestra primera versión (RRI V.1) nos sirvió para acotar este ejercicio de escribir y contar(nos) parte del quiénes somos, qué priorizamos y cómo nos gusta -y hemos venido decidiendo, en un ejercicio de conciencia- hacer.
Como nuestro proceso cooperativo, es un documento vivo, y sin siquiera acabar la edición del mismo ya identificamos cosas que se nos han quedado fuera o aspectos que hemos desarrollado menos de lo que nos gustaría en el texto, como también nuevos acuerdos (o modificaciones) que vamos tomando. Así que ya estamos organizadas en esta tarea: nuestra compa del departamento de Columna Vertebral se ocupa de ir tomando nota, y en julio de 2025 haremos un ejercicio de actualización.
Peeeeeeeeeeeero, esto no es lo que nos ocupa en este instante, hoy sólo queremos celebrar el trabajo realizado para llegar a este documento y celebrar lo bonito que nos ha quedado en contenido y en forma. Con esta mirada apreciativa lo vemos, conocedoras del trabajo que nos ha conllevado, los aprendizajes que este proceso nos ha dejado y satisfechas de los múltiples diálogos mantenidos. Y es que emprender desde una mirada feminista y desde la economía social y solidaria* en un contexto capitalista y patriarcal, no es tarea sencilla.
Nos ha quedado un documento de seis capítulos, donde se abordan cuestiones que van desde “Principios básicos” como son la Misión, Visión y Valores o lo que llamamos Arquitectura de cuidados en Teyra. A la Estructura de funcionamiento, o cuestiones como jornada laboral, bajas o anticipos societarios.
Posicionamientos como: que la jornada laboral de referencia media que suele usarse en el estado (40h semanales) están desfasadas en el siglo XXI, o que los derechos laborales recogidos en el estatuto de las trabajadoras son insuficientes quedan de algún modo recogidos en este documento. Así como un reconocimiento a la parte de tareas reproductivas en el hacer de nuestra cooperativa (además de las productivas) y el trabajo en equipo.
De alguna manera hemos ido cuestionando “aspectos normalizados en la vida laboral”**, preguntándonos y reflexionando sobre lo establecido (al tiempo que reconociendo las luchas colectivas que han logrado esos avances) pero que no encajan con los nuevos tiempos, o al menos a nosotras no nos encajan. Apostamos por vidas dignas, eso sí, y lo que entendemos por digno lo intentamos llevar también a la vida laboral.
Conscientes de que aún nos queda trabajo por hacer en este “transformar haciendo”, que aplicamos no sólo a nuestros servicios, sino que también a nuestra forma de ser y hacer cooperativa, celebramos esta parte del camino recorrido.
* Esto lo hemos sabido después, al principio sólo queríamos hacerlo desde nuestros deseos y necesidades…
** Nos referimos al imaginario dominante, pues entendemos que co-existen diferentes realidades laborales.