Facilitación de 5 espacios colectivos en el ámbito de la artesanía de La Palma
Las compañeras de la Oficina Agroecológica S.Coop (OA), cooperativa de la isla de La Palma, nos propusieron compartir una parte del proyecto “Dinamización y asesoramiento de la artesanía de La Palma” que habían diseñado para la Consejería de Artesanía del Cabildo de la isla. Estaban muy ilusionadas y motivadas para iniciar este servicio y así nos contagiaron las ganas de echarle manos, tiempo, ideas y cariño a este proyecto al que nos sumamos.
Por lo que comprobábamos a través del “informe-diagnóstico” que hizo la OA, hacía tiempo que no se trabajaba con esta parte de la población ni se iniciaban procesos participativos con ellas, exceptuando acciones puntuales. Desde Teyra nos apetecía poder trabajar con las artesanas, considerándolo un gremio fundamental en la vida económica y cultural de las islas. En este caso nuestro trabajo se centraba en
- Reto A: Formación dentro de las asociaciones (o para el sector) sobre “Asociacionismo”: qué significa estar dentro de una asociación, qué ocurre, el tema de la confianza, la cooperación, el compromiso, claves para mejorar el funcionamiento.
- Reto B: Formación en comunicación (mejorar la comunicación entre las personas artesanas, colectivos, sector, el tema del conflicto, etc).
- Reto C: Generar espacios de diálogo entre las artesanas para conocerse, intercambiar opiniones y dificultades, crear sinergias, trabajar el individualismo,…
- Reto D: Generar espacios de acercamiento y escucha entre artesanas, instituciones y asociaciones de artesanas.
- Reto E: Buscar fórmulas para que se valore la artesanía (tanto a nivel individual (consumidora), como colectivo (entre las asociaciones) como institucional. No se siente reconocida, buscar estrategias.
A través de estos retos/objetivos diseñamos y facilitamos las cuatro sesiones siguientes. Si bien el público objetivo, para quien estaba pensado este proyecto, eran las artesanas, en Teyra entendíamos que ellas no están aisladas (aunque sí recibíamos que se sienten “solas”), que estos retos pueden implicar a otros agentes con los que directa e indirectamente se relacionan día a día. Cinco sesiones no dan para profundizar mucho, pero entendiendo la interrelación anterior, a una de las sesiones abrimos el perfil de participantes también a personas de administraciones locales y entidades con relación con el sector artesano.
Tras el recorrido por los temas trabajados, los diferentes diálogos, los intercambios de miradas y experiencias (y de enfados y risas) el grupo asiduo de participantes finalizó la última sesión identificando “conclusiones” que sacaban de estos espacios facilitados. Algunas de ellas fueron:
o Identificar la necesidad de formación de “cómo llevar una asociación” dentro de las mismas asociaciones.
o “La importancia del diálogo en un espacio seguro”.
o “Identificar que hay una necesidad en el sector de cambios, de profesionalidad y de calidad, para crecer como colectivo de artesanas”.
o “Podríamos ser más en estos espacios, más de las que somos”
o “Darnos cuenta de que hay un deseo colectivo: crear espacios de co-working”
o “Se pueden generar espacios entre artesanas que viven de las artesanía y las que con ella complementan su vida”.
De nuestra parte, ha sido un auténtico gustazo poder conocer a las artesanas que decidieron participar, expresarse y compartir en esos espacios. Un aprendizaje enorme, de ida y vuelta, que agradecemos. Un placer también compartir realidades palmeras y de la artesanía, así como sus problemáticas e intentar apoyar en su propia transformación al lado de las compañeras de la Oficina Agroecológica. Desde Teyra, deseamos que este proyecto al completo sirva de impulso para seguir caminando en conjunto, en diversidad, y atentas a la comunicación que emitimos y recibimos en nuestro día a día de las asociaciones de artesanas, entre artesanas y/o entre artesanas y entidades. Muy agradecidas.
