Jornada Búscate la Vida: enREDando iniciativas desde lo local
El pasado sábado 3 de julio de 2021, entrando en pleno verano de Agaete, el programa Enredando el Norte, de SIC4Change, tuvo su cierre este año a modo de jornada, a la cual le precedieron una serie de sesiones formativas en comunicación no violenta, trabajo en equipo y búsqueda del camino vital que la cooperativa Teyra impartió en los institutos de la Aldea y Agaete al alumnado de Formación Profesional.
Esta Jornada llamada «Búscate la vida: enREDando iniciativas desde lo local» tuvo lugar en el Huerto de las Flores, en el mismo centro del pueblo de Agaete gracias a la cesión del lugar por parte del ayuntamiento. Un espacio público que acogió a un público diverso llegado desde diferentes partes de Gran Canaria.
Dar a conocer algunas de las diferentes iniciativas sociales, culturales y empresariales que hay en el territorio, que están impulsando personas jóvenes o que caminan a la par de ellas, y que por otro lado generan valor en el mismo; Tejer iniciativas del territorio entre sí y éstas con las personas asistentes a la jornada; O continuar con la transformación de narrativas desde las personas jóvenes y éstas como referentes de otras, son algunos de los objetivos marcados para esta jornada. Metas que sin lugar a dudas se fueron cumpliendo en el desarrollo de la misma.
Iniciativas empresariales como GranCar-lavado manual de coches y colchones, Gran Canaria Sightseeing de ecoturismo o Amanay de artesanía; iniciativas sociales o asociativas como el grupo de consumo «La carrucha verde» o la asociación empresarial EDARTE de Artenara, proyectos individuales que implican a su vez un tejido de red de personas inmenso como el documental «Mujeres de sal, hombres de humo» o el proyecto social «Hombres de Gran Canaria por una isla libre de machismo» . Todas ellas llegaron para compartir su proceso , el cómo llegan hasta ahí, las piedras en el camino, las oportunidades, los momentos de debilidad, lo momentos de fortaleza, la importancia de las personas que acompañan esos procesos, las veces que caes, la veces que resurges.
En un formato de 12 minutos de exposición de las experiencias y otros minutos de compartir reflexiones o dudas, la jornada tuvo este espacio además de uno posterior , a modo de plenario, en el que todas las voces podían entrelazarse para compartir sensaciones o ideas surgidas tras las exposiciones. Paralelamente se estableció un espacio para que las iniciativas pudieran dejar su información y que el público asistente tuviera acceso a ella. Acudieron entre 25 y 30 personas.
Una jornada cargada de risas, lágrimas, complicidad, comprensión e ideas. Una jornada que, según allí se compartió, se hacía necesaria, incluso planteando posibilidades de continuidad.